lunes, 16 de febrero de 2009

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ADOLFO HITLER
Adolf Hitler (20 de abril de 1889 en Braunau am Inn, Imperio Austrohúngaro, hoy Austria - 30 de abril de 1945 en Berlín) fue un militar y político alemán de origen austriaco que estableció un régimen nacionalsocialista en el que recibió el título de canciller del Imperio y, líder o guía.
Como jefe del Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores, dirigió el gobierno del país de 1933 a 1945, período en el que ocupó sucesivamente los cargos de canciller, Jefe de Gobierno y Jefe de Estado.
Consiguió el poder durante el período de crisis de Alemania después de la Primera Guerra Mundial. Utilizó propaganda y oratoria carismática, enfatizando en el nacionalismo, el antisemitismo y el anticomunismo. Después de reestructurar la economía y rearmar las fuerzas armadas, estableció una dictadura totalitaria. Perseguía una agresiva política exterior para ampliar el espacio vital alemán, y desencadenó la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia.
Aunque la Alemania Nazi y las Potencias del Eje ocuparon la mayoría de Europa y partes de Asia en su apogeo, fueron finalmente derrotadas por los Aliados. Al final de la guerra, las políticas de conquista territorial y subyugación racial de Hitler habían llevado muerte y destrucción a decenas de millones de personas, incluyendo el genocidio de unos seis millones de judíos en lo que se conoce como el Holocausto.
En los últimos días de la guerra, Hitler y su nueva esposa, Eva Braun, se suicidaron en su búnker subterráneo de Berlín, mientras la ciudad era invadida por el Ejército Rojo de la Unión Soviética.
Reestructuramiento del partido


Reunión del partido nazi en 1930.
En el momento de la liberación de Hitler, la situación política en Alemania se había calmado y la economía mejorado, lo que obstaculizó las oportunidades de Hitler para la agitación. Aunque el Putsch de Hitler llego a tener cierta prominencia nacional, el puntal de su partido siguió siendo Munich.
Como Hitler aun tenia prohibido dar discursos públicos tras su liberación, el orador designado Gregor Strasser, quien en 1924 había sido elegido para el Reichstag, como Reichsorganisationsleiter, fue autorizado a organizar el partido en el norte de Alemania. Strasser, junto con sus hermanos menores Otto y Joseph Goebbels, enfatizaron el curso independentista del movimiento, haciendo hincapié en el elemento socialista de el programa del partido. Durante este tiempo surgió la Arbeitsgemeinschaft der Gauleiter Nord-West que se convirtió en una facción de oposición interna del partido, la cual momentáneamente amenazó la autoridad de Hitler, mas sin embargo esta fue rápidamente derrotada en la Conferencia de Bamberg en 1926, durante la cual se sumó a Hitler, Joseph Goebbels.
Después de este encuentro, el partido de Hitler quedo aun mas centralizado llegando a establer el llamado Führerprinzip ("Principio del líder") como el principio básico de la organización partidaria. Los dirigentes no serian elegidos por su grupo si no más bien designados por sus superiores siendo les delegada la completa responsabilidad ante ellos, al tiempo que se exigiría la misma obediencia incondicional de sus inferiores. De acuerdo con Hitler, todo el poder y la autoridad debía ser delegada de arriba hacia abajo.
Un elemento clave de la apelación de Hitler era su capacidad de evocar un sentido de orgullo nacional ofendido por el Tratado de Versalles que fuera impuesto a los vencidos del Imperio alemán por los aliados occidentales. Alemania había perdido importancia económica en Europa, con sus colonias y en la admisión de la responsabilidad exclusiva de la guerra con la que "accedió" a pagar una enorme factura por la reparación total de daños a las potencias aliadas por 132 millones de marcos. La mayoría de los alemanes estaban amargamente resentidos con estos términos, pero los primeros intentos nazis para ganar el apoyo del pueblo culpando de estas humillaciones al "Judaísmo internacional" no fueron precisamente un éxito entre el electorado. El partido aprendido rápidamente, y poco a poco métodos más sutiles de propaganda surgieron (la combinación de antisemitismo con un ataque a los fracasos del "sistema de Weimar" y las partes que lo apoyaban).
Habiendo fracasado en derrocar a la República por un golpe de Estado, Hitler persiguió la "estrategia de la legalidad": esto significaba adherirse oficialmente a las normas de la República de Weimar, hasta que legalmente hubiera adquirido el poder para luego transformarlo en un régimen. Algunos miembros del partido, sobre todo en el grupo paramilitar de la SA, se opusieron a esta estrategia, como Ernst Röhm que incluso llego a ridiculizar a Hitler llamándolo "Adolphe Legalité"

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